martes, 2 de julio de 2013

Última tarde con perspectiva

El último atardecer que el arco de San Mamés vive en la única ubicación que ha conocido en los últimos 60 años ha salido brumoso, gris, oscuro. Como queriéndose unir a la triste sensación generalizada de pérdida. He querido aprovechar ese último momento para, jugando con la perspectiva, intentar representar lo que debió haber sido pero no será: nuestro arco, NUESTRO arco, integrado en la estructura del nuevo estadio. Que tengas buen viaje a Lezama, grandullón.


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