lunes, 2 de septiembre de 2013

Periplo menorquin V: Cuando todo se difumina

Después del cuarto día, las experiencias se empiezan a agolpar. Hasta el punto de no saber cuándo se hace cada cosa.

Paseos y cenas por el puerto, junto a los barcos amarrados.

Un paseo bajo la lluvia que termina con un chapuzón en Cala Blanca.

El fuerte de San Nicolas

Un atardecer desde el agua en Cales Piques

El faro de Punta Nati

Cala Morell, y su basílica neolítica.

Un día completo en la playa de Son Saura

La Naveta de Tudons

Lithica

Un día completo en Cala Blanca

Todo ello con mucha tranquilidad, mucha parsimonia y mucha relajación... hasta el día de volver. La vuelta, por llevar la contraria, en tren (desde Barcelona... volver en tren de una isla tendría su complicación.

Ganas de volver? Todas.

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