jueves, 14 de marzo de 2013

De nuevo, ruta del pincho

En 2010 ya la hicimos, y este año, por la cosa de intentar reponernos del golpe, y estar arropados por la cuedrilla, nos hemos vuelto a lanzar a hacer la ruta del pincho en Castro.

La sensación general ha sido que la elaboración de los pinchos de la ruta 'oficial' ha subido mucho, y que, sin embargo, la ruta alternativa ha bajado algo. 


En fin, que voy a comentar al detalle lo que nos encontramos por si a alguien le sirviera. Al fin y al cabo, aun queda hasta el 17 de marzo para pinchear por castro. 


Empezamos quedando en La cueva de Benoît. Ni estaba en la oficial, ni en la alternativa, ni tomamos pincho, pero bueno, es un gran sitio para quedar. Y para llegar media hora tarde porque lo de aparcar en Castro es un poco complicado, ejem...

El rutero lo compramos en el Bar Marichu, aka "La Casa del Champiñon", donde, evidentemente, tomamos el primer pincho: Champi a la plancha. Como no podía ser de otra manera. El que dan todos los días, la especialidad de la casa, un clásico intemporal que siempre merece la pena probar. 

Después, como nos pillaba de camino, hicimos una parada en el bar Javi, que participaba en la ruta alternativa. Íbamos con idea de tomar una croqueta, que es lo típico, pero en la ruta alternativa el pincho que entraba era uno de melón y salmón. Para nuestro gusto, un poco soso.

Siguiente Bar, el Estrobo, en la Calle La Mar.  El pincho se llamaba Gulas con Boletus y Salsa de queso. La salsa era calentita, y estaba realmente bueno. El único problema (pijotero que se está volviendo uno) es que la presentación era un poco triste, ya que el divino manjar de las gulas con la salsita caliente estaba puesto encima de la típica tosta de desayuno (del LIDL o del DíA?).

Seguimos subiendo por Ardigales, hasta llegar a La Bodeguita. El pincho, "Crujiente de Boletus y foie", resultó una verdadera delicia. Calentito, envuelto en pasta brik, con un toque dulce y salado. Una gozada. Además, y solo por comentar, aunque se les había acabado la bebida sin alcohol incluida en la actividad, nos dieron otra diferente por el mismo precio. Algo que parece obvio, pero que no siempre sucede. Ole por ellos!

El Resbalón es uno de los bares más tradicionales de Ardigales. Uno al que ya iba mi hermano cuando era joven hace ... unos 30 años (un saludo para el cuando lo lea... ;) no te lo tomes mal ). Hace unos pocos años se reformó profundamente, y también participa este año en la Ruta del Pincho. Su pincho el Pincho Resbalón, no da a priori ninguna idea de qué va uno a encontrarse (y es tradicionalmente ha llevado a algo cutre). Pero nos animamos a pedirlo...


Básicamente, es una tosta con foie y cebolla caramelizada envuelto en bacon, y también caliente. Un pelín grasiento, pero sin duda exquisito.

Y del Resbalón, a otro clásico de Castro, el Mero, en La Correría. Íbamos con un poco de recelo, porque en la ruta de 2010 que está enlazada al principio de esta entrada, ya tuvimos algún problema. Pero el pincho de Bacalao Gratinado sobre Tosta de Pan tenía un saborcito a bacalao muy logrado.

A lo tonto a lo tonto se nos hicieron casi las 23:30, hora en que cerraba el Ostende (los horarios de la ruta en todos los bares están en el rutero), y decidimos aprovechar la coincidencia para tomar el último allí. Definitivamente, un must. Recomiendo a cualquiera que esté haciendo la ruta este año, que no se lo pase. E-NOR-ME!! Los Falsos Postres (porque no es uno, sino dos en un mismo pincho) correspondientes a una magdalena de atún con tomate y una tarta de queso salado, hay que probarlos. Sorprendentes al sabor, pero interesantísimos!

Después, ya, nos fuimos a visitar a Angel en el Refugio, como hemos hecho tantas veces durante muchos años, y trans un rato largo de charla agradable y un par de rondas, dimos la noche por terminada.

A ver si la semana que viene, aprovechando que hasta el 17 aun dura la ruta, probamos alguno más.

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