viernes, 29 de octubre de 2010

Empezar el día.

Suena el despertador. 6:30. Snooze.

Suena el despertador. 6:40. Ánimo.

Me he despertado a la misma hora que todos los días, pero hoy no tengo los mismos compromisos. Eso quiere decir que tengo una hora de margen para levantarme, prepararme, pasear con Mendi...

El día está soleado. Ese sol de incipiente invierno, que calienta poco, pero es agradable.

Hay que llevar el coche al taller. Toca revisión. Pero son de confianza, lo hacen rápido, y además nos hacen un 10% de descuento. Con los tiempos que corren, es de agradecer.

Un corto paseo por Bilbao para buscar un sitio donde desayunar. Aun es pronto por la mañana.

Un desayuno relajado con la jefa. Ojalá tuviéramos tiempo para hacer esto todos los días.

Bajo al metro. Me toca viajar en una nueva unidad de 5 coches. Esos detalles me alegran.

Subo del metro. Voy mirando a la gente que baja, con la que me cruzo. Algunos sonríen. No es mal día.

En San Mamés, una 253 arrastra un TECO hacia el Puerto. Otra cosa que no me toca ver a diario.

El día ha empezado bien. Y todavía no son ni las 9:30. Ahora, a trabajar...

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2 comentarios:

Inazio dijo...

Muy bonito relato...
Bonita formar de empezar el día..pero fea de terminar el blog ..a ver si lo descubres ;-)

Niretzat - Para mi dijo...

Un feo error tipográfico que ya he corregido? ;)


Gracias, Txo.