martes, 30 de noviembre de 2010

Nunca pensarías que te pueda ocurrir...

Jueves. Estación de cercanías (de las de menos uso) del núcleo de Bilbao.

Voy a coger el tren, así que saco la cartera para meter el creditrans a la canceladora. Vaya, no tengo creditrans, se terminó el otro día en el funi...

Bueno, no pasa nada, vamos a la máquina (es una estación sin personal) y sacamos otro. Cojo la amex... y resulta que la máquina es de las antiguas, ni tarjetero, ni creditrans.

Que fastidio, habrá que sacar un billete entonces. Marcamos destino, San Mamés. Billete sencillo. 1.50€. Echar mano al bolsillo y... 1.35€. Estupendo. Me faltan 15 céntimos. Ala, venga, pues andando a otra estación cercana, de metro de tren, que sí tenga opción de pagar con tarjeta. O a un cajero, lo que esté más cerca. Pero empieza a diluviar... no precisamente un sirimiri. Nada de andar hoy.

Menos mal que uno es hombre de contactos, y puedo llamar a un amiguete, que vive cerca... me recoge, nos echamos un café, y luego me acerca a... Leche! El teléfono sin batería, tampoco puedo llamar a nadie...

Al final, una solución 'de las de toda la vida':

- Señora, perdone... me he encontrado que la máquina no me dejaba pagar con tarjeta, y me faltan 15 céntimos para poder sacar billete....

- Espera a ver si tengo suelto... sí, toma.

- Muchísimas gracias!

Evidentemente, lo primero que hice al llegar a Bilbao fue acercarme a una máquina de esas que sí tienen tarjeta, y sacar otro creditrans...


Como reflexión: cuántas veces nos ha pasado que alguien viene a pedirnos algo, con cierto apuro, y, simplemente, no nos creemos nada. En este caso, gracias a que la señora me creyó (y supongo que mi aspecto me ayudaría a que fuera creíble) se pudo solucionar esto sin mayor problema...










4 comentarios:

Aitortxu dijo...

La verdad es que cuando das dinero a gente que te aborda por la calle, siempre te queda el resquemor de en que lo va a utilizar...

Inazio dijo...

Considérate afortunado, visto lo visto y la situación que vivimos, muy poca es la gente suele dar dinero a un desconocido cuando éste se lo pide ...

Anónimo dijo...

Nunca sabemos cuando nos podemos encontrar en situaciones de este tipo, siempre te queda el remordimiento ¿y si es verdad y me pasara a mi?. Otra cosa es, como me pasó hace unos meses,que te pidan dinero en la puerta de Abando para coger el tren a Vitoria...

Niretzat - Para mi dijo...

Pues es cierto que en este último caso, los que sabemos que ese tren no existe, tendremos fundados motivos para sospechar... ;)

Puede ser que tuve suerte, sí. De todas maneras, la señora se quedo totalmente tranquila, ya que me vio cómo metía su moneda en la máquina para sacar en billete. En este caso era bastante claro. Aunque, evidentemente, no amrpiori.