miércoles, 7 de abril de 2010

Para fiarse del transporte público

La jefa se va a su curso en coche.

Un rato después, salgo de casa, como de costumbre, con el tiempo justo. Como igual no llego al tren, y además llueve, decido no cruzar el pueblo hasta la estación y quedarme a coger el bus al lado de casa, que pasa a y media. En la pantalla pone que hay que esperar... 38 minutos? Si son casi y media! Debería tardar 3 minutos!

Me comenta una señora indignada que ha venido 10 minutos antes, y que además, viendo que la gente, sorprendida por el adelanto, llegaba corriendo, en lugar de esperar, ha cerrado puertas y se ha ido. Y claro, a esperar gratuitamente 40 minutos. Para terminar de liarla, una manifestación, y un lerdo cruzado en un semáforo. Resultado final, hora y cuarto en un viaje que normalmente serían 25 minutos.

Para que te fies del transporte público. Entran ganas de comprar un segundo coche.

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2 comentarios:

Albert Solé dijo...

Jon:
nosotros nos compramos un segundo coche, pero no veas el gasto que supone. Realmente un automóvil es un suplicio, tiene ventajas, pero también muchos inconvenientes (ITV, revisiones, impuesto de circulación, gasolina, etc).

Saludos.

Niretzat - Para mi dijo...

Si, es cierto. Entran ganas, pero hay que aguantarselas. Tal vez una moto?