domingo, 7 de febrero de 2010

Crónica de Italia I: Pisa



Según llegamos al aeropuerto, vamos a coger el tren, y la primera en la frente. La oficina de venta de billetes para ir en tren del aeropuerto a la ciudad estaba muy bien señalizada, y la salida a andenes también, pero lo que no descubrimos hasta que ya entramos al tren era que había unas cajas amarillas a la entrada para validarlo. Por suerte el interventor estuvo muy simpático, y, cuando fui a preguntarle si había que validarlo, nos hizo una validación a mano.

Tras un recorrido en tren realmente corto (perfectametne podríamos haberlo hecho andando de haberlo sabido, Pisa es una ciudad pequeña y el aeródromo está muy cerca), nos instalamos en el hotel, en la misma plaza de la estación.

La estación desde nuestra habitación. A que está cerca?

Una vez instalados, un paseito por pisa, para ver el conjunto monumental y comer. Realmente sl paseo lo repetimos dos veces, una por la tarde y otra por la noche, para poder tener perspectivas diferentes. En total, unos 14 km, que para un solo día no está nada mal.



Ver Pateando Pisa en un mapa más grande

La verdad es que el recinto histórico es muy chulo, y que, incluso siendo febrero, había bastante turista... de día. Porque de noche, no había ni un alma. Y todas las tiendas incluso los chiringuitos de recuerdos y similares, todo cerrado.

Conjunto monumental de día - Conjunto monumental de noche.

En conjunto, una visita muy recomendable. Incluyendo subir a la torre, que hay quien dice que no merece la pena, pero a mi me pareció que sí. La sensación de que el suelo se mueve de lado conforme vas cogiendo las distintas inclinaciones de la torre, es curiosísima, es como ir en barco. Y las vistas desde arriba, por supuesto.

Una reflexión. El conjunto monumental es impresionante, pero... si la torre no estuviera inclinada... sería igual de famoso? Seguramente no.



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