martes, 10 de marzo de 2009

Gregory House

Hace ya varios años que sigo las andanzas de este especialista en diagnóstico de enfermedades raras, desagradablemente capullo pero demasiado acertado como para prescindir de las vidas que salva.

Es entretenido ver cómo experimenta con sus colaboradores, y cómo estos van intentando interactuar con él como si fuera una persona....

Lo que cada vez llevo peor son las escenas puramente médicas. Cada vez que veo a alguien en la UCI me echo a llorar. Cada vez que veo algo relacionado con neonatos, me echo a llorar.

Al final, voy a tener que dejar de verlo...

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