miércoles, 15 de julio de 2009

Ciclistas incívicos

Lo primero es aclarar que este post no quiere generalizar. No creo que todos los ciclistas sean incívicos, ni que todos actuen como los que aquí describo. Tengo amigos ciclistas, algunos de ellos lectores, y yo mismo cojo la bici de vez en cuando. A veces ando, y a veces voy en coche. De manera que en mi triple vertiente de peaton, ciclista y conductor, tengo muy claro de cual debería ser el comportamiento de cada usuario de la vía.

Caso 1.- Estrecha carretera secundaria. Cuando voy conduciendo, si me encuentro un ciclista delante, me quedo detrás, sin meter presión, hasta que en un momento dado la carretera permite un adelantamiento seguro, que realizo apartándome mucho, dejando unos dos metros por el lateral del coche, o al menos, todo lo que la carretera me permita. Vuelvo a mi carril y sigo adelante. En un tramo de subida, me encuentro tras una curva a un ciclista de frente (para él es bajada) invadiendo mi carril a toda velocidad. Volantazo para irme a la cuneta, frenazo... tremendo susto. Qué hubiera pasado si pillamos la curva en otro punto? Que estaríamos hablando de otro accidente grave de un ciclista en los periódicos, y que seguro que más de uno habría que, sin conocerme de nada, ni saber lo que ha pasado, ya intentaría criminalizarme. Y que pasa si al esquivarle yéndome a la cuneta se rompe algo de mi coche? Quién me paga a mi eso?

Caso 2.- Ruta urbana. Ciclista circulando por la calzada (no me parece bien que no use el bidegorri que tiene un metro a la derecha, pero reconozco que está en su derecho). Le adelanto. Para lo cual, igual que en el caso anterior, me separo un par de metros. Un poco más alante, semáforo en rojo. Evidentemente, me paro. El ciclista al que acabo de adelantar, se me mete por la derecha (cosa que no debe hacer) y, lo que me toca los huevos, sin dejar ninguna distancia hasta mi coche... yo sí que estoy obligado, y sí que la dejo! Pero claro, el semáforo se pone en verde, y de nuevo tengo que adelantarle... y de nuevo dejar esos dos metros, esta vez más complicado por la morfología de la calle. De los peligros de adelantar por la derecha a coches parados, sin dejar una mínima distancia de seguridad, seguro que no hace falta hablar. Demasiadas colisiones hay contra puertas abiertas...

Insisto, nada más lejos de mi intención cargar las tintas sobre el colectivo de ciclistas, en el que también me incluyo. Sólo denunciar la actitud incivica puntual de estos cazurros en concreto.


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