lunes, 21 de septiembre de 2009

Lo que es acostumbrarse...

Tenemos que comprar un colchón para casa y un regalo para un sobrino. Así que nos vamos a una gran superficie, aprovechando que tiene un IKEA y varias grandes jugueterías. Según llegamos, la encontramos acordonada por la policía municipal, que no deja acceder, todo vacío, y una gran cola de coches que salen.

"Mira, tiene pinta de aviso de bomba", pensamos, así que nos damos la vuelta (y ni tan mal, porque vimos dos presas ferroviarias muy poco habituales, de las que hablaré otro día), y con total tranquilidad nos vamos a mirar tiendas en otro sitio.

Horas después, nos enteramos de lo que ha sucedido: (noticia en El Correo Digital). Vamos, que, como casi siempre que hay un aviso de estos, no parece que fuera nada, pero... por si acaso... hay que comprobarlo.

Y, reflexionando fríamente... no es un poco triste estar acostumbrado a situaciones de este tipo? (Casi) siempre son falsas alarmas, o bien de graciosillos, o bien, como en este caso, fruto de la paranoia el exceso de celo, pero... que por mor de la costumbre, acabemos tomando con normalidad una situación tan anormal... es triste....

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