jueves, 17 de febrero de 2011

Una de hostelería

El otro día tuvimos una celebración familiar, y nos fuimos a comer todos a un céntrico local. Hacemos el pedido, y quiso la casualidad que nos fijamos en que una de los productos que nos sirvieron envasados, tenía la fecha de caducidad impresa en la etiqueta. Estaba caducado, y además por varios meses. Avisamos a la camarera... y, evidentemente, pide disculpas, nos lo retira... y nos trae otro igual. Solo que esta vez, sin etiqueta. Qué sospechoso, verdad?

Bien, pues se lo comentamos... "No, es que... ya lo hemos mirado..." De acuerdo, no hay problema, pero... nosotros también queremos mirarlo... puedes traernos su etiqueta? Y nos la trae, y, como sospechábamos, está exactamente igual de caducado. "Disculpen, ahora sube el responsable".

El responsable, en lugar de disculparse, viene a decirnos que eso es orientativo, y que lo tomemos, que no nos va a pasar nada, porque es lo mismo que están sirviendo a todo el mundo y no se ha muerto nadie. Impresionante.

Vamos a ver... puede ser cierto que sea orientativo, y desde luego seguro que, en ese caso concreto, seguro que no se ha muerto nadie por ello. Pero no por ello es menos impresentable. Si yo, en mi casa, decido que un yogur que ha caducado hace dos días, es posible que simplemente no esté en sus condiciones óptimas, e incluso que no pase ni eso, y decido comérmelo, es problema mío. Pero desde luego, no se me ocurriría venderlo, u ofrecerlo...

Finalmente conseguimos que entendiera a qué nos referíamos, y nos cambió el producto por otro (de menor calidad teórica), pero al menos no caducado. Al final, de hecho (no sé si como detalle o como una parte más de esa chapuza en que se acabó convirtiendo la comida) acabaron no cobrando ese producto (ni el retirado, que ya sería el colmo, ni el posterior que lo sustituyó).

En todo caso, no creo que volvamos allí nunca. Porque, si bien que se cuele un producto caducado es algo que puede suceder, y que mediando una sustitución y una disculpa no debería ir más allá, no me parece en absoluto de recibo que el responsable nos intente vender que está bien que nos haya ofrecido un producto caducado. Y, lo que es peor, lo que no puedo soportar, es que me tomen por tonto. Que, cuando hemos avisado de que un producto está caducado, nos lo intenten colar otra vez... pero quitando la etiqueta para que no nos demos cuenta. No señor.

_


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si te acuerdas, Jon, pásame por SMS el nombre de ese local. Para no descuidarme de ir a
comer allá.

Fernan

Inazio dijo...

No debería pasarnos nada si ingerimos un alimento caducado, sobre todo si ha estado todo el tiempo bien refrigerado o si presenta buena pinta.

Yo hace un par de meses me comí 2 yogures que llevaban 3 semanas caducados y no me pasó nada.

Pero eso de quitar la etiqueta y engañarte en un local de hostelería, no me parece nada bien, yo creo que deberías de haber pedido el libro de reclamaciones y haberle dado un toque a ese granuja de encargado. Seguramente que intentará de nuevo colarle ese producto caducado a otro cliente ingenuo que pase de mirar la fecha de caducidad ...
(Ya me dirás en privado que producto y que local es)