martes, 28 de octubre de 2008

Batiburrillo de ideas

Tengo un montón de ideas dando vueltas a la cabeza, y casi todas ellas negativas. Voy a intentar darles forma y que quede un texto mínimamente coherente.

Hoy llueve. Llueve mucho. Al salir de casa, estaba cayendo la del pulpo. Esto, que normalmente no debería ser un problema (salvo para no poder sacar el descapotable que me recomendaba wardog ;) ), hoy me ha sentado muy mal, de forma que, mientras que ayer la naturaleza y la meteorología se aliaban para que, con un precioso amanecer, encarara el día con mucha energía y optimismo, hoy ya desde el principio, un día oscuro en lo meteoroógico se transforma en un día oscuro en el ánimo, como si de una novela romántica se tratara (romántica no por la temática, sino de la época del romanticismo, en las que era muy común representar el estado de ánimo de los personajes con la meteorología).

El caso es que salgo de casa, llueve mucho, y no tengo coche, porque esta semana la jefa entra a trabajar antes que yo, y mucho más lejos, así que se lo lleva ella. Y con la que está cayendo, tampoco es viable cruzar todo el pueblo para coger en tren, porque anda que no iba a mojarme en dos kilómetros de caminata bajo el agua. Así que, a pesar de todo lo que me jiba, me marea, y me agobia, hoy voy en autobús. Y nada de publicar cosas por UMTS, que si miro la pantalla del movil en el bus, me mareo.

Llego al curro. El edificio está cerrado. Curioso. 10 minutos esperando en la puerta. Al final abren y subo a mi despacho. No he cobrado. Van tarde. Mola.

Y ya que estamos negativos, me pongo a pensar en cierto tipo de persona que caracterizaban el sábado en un capítulo de Padre de Familia que vi, ya no se si en la Sexta o en Fox: el faltón. Es decir, todo aquel que necesita humillar a los demas para sentirse bien, que necesita su dosis de crueldad para ser como es. Y, aunque en la serie no lo mencionaban, creo que los hay de dos tipos:

a) El presuntamente guasón. El que en un evento social se dedica a ridiculizar a los ausentes y a alguno de los presentes (nunca a todos, siempre hay con quien no se atreve) bajo la premisa de un supuesto buen rollo, siendo todo muy agradable cuando se dice 'no te mosquees, eh?'. Porque claro, encima, si te mosqueas, el que queda mal eres tu, que eres un cazurro exagerado sin sentido del humor. El motivo de este comportamento? Un complejo de inferioridad. Resaltando los defectos de los demás, confía en que la concurrencia acabe no fijándose o no dando importancia a los propios.

b) El cobarde cabrón. El que estando en persona con alguien, no se atreve ni a hablarle (ni bien ni mal), pero en cuanto no está, y está con otra gente, se dedica a ponerle a parir, con verdades, mentiras, o todo lo que esté a su alcance con tl de hacer daño. El motivo de este comportamiento? Envidia. Como no son capaces de hacer lo que los otros hacen, y en el fondo desearían los logros que los otros, con su trabajo, han logrado, pues se dedican a desacreditarlos para, sobre todo en su fuero interno, pero si cuela, también en el mundo real, conseguir que aparezcan como mucho peores de lo que realmente son, para así, comparativamente, sentirse mejores.

Cómo se lucha contra estos? El tiempo, en la mayoría de los casos, les acaba poniendo en su sitio. Pero da tanta pereza tener que esperar...

Aun tengo más ideas negativas, pero bastante inconexo está quedando esto ya. Las dejo para otro día.

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