miércoles, 13 de mayo de 2009

Final de copa. 1958.

Hoy es un día muy especial en Bilbao. 25 años después del último título, el Athletic vuelve a jugar una final de Copa. Hay muchas ganas de celebración. Han estado guardadas durante demasiado tiempo, y están a solo un partido de desbordarse. Aun no sabemos cuál será el resultado, pero esta jornada voy a dedicarla al recuerdo de otra ocasión, que mi suegra me brinda.

Comencemos por una imagen:


Estamos a finales de junio de 1958, y un nutrido grupo de aficionados, (entre ellos mi suegra, gran forofa a quien agradezco me haya cedido esta fotografía) posa en el anden de la estación de Bilbao - Abando, a punto de coger lo que ellos llamaban 'el Tren del Tercer Hombre' a Madrid.

"En el Tren del Tercer Hombre, íbamos. Con comida para tres días porque no teníamos dinero. Salimos de aquí a no se qué hora de la mañana, y llegamos a Madrid... no sé a qué hora llegaba el tren. Sabíamos cuándo salíamos, pero no cuando llegábamos. Llegamos a Madrid, muy emocionante. Nos estaban esperando los cuñados de Juanita Mitchelena, nos llevaron a su casa. Nos llevaron a misa (¿Donde es la misa? Ahí, ahí en la esquina. Media hora andando, y otra media de vuelta). Luego nos fuimos al Retiro, vimos el Retiro, estuvimos recorriendo Madrid, todo de bocadillo, y luego nos fuimos al partido, a ver el partido. Y había un madrileño, con una figurita de Di Estefano, que decía: "Este, este! Este os va a fastidiar" (No decía fastidiar, decía otra cosa, pero bueno). Y cuando el Athletic metió un gol, ya solamente lo tenía en la mano, y cuando metió el segundo, lo metió en el bolsillo.

Salimos de allí, y nos fuimos a cantar por Madrid, más bien, a recorrer Madrid. Ya, una cuadrilla, ya no sé quien estábamos y quien no... a cenar en un restaurante. "Ay! Txipirones, txipirones!". Nos pusieron unas fuentes de rabas que dijimos... "Pero dónde vamos! Cómo comemos todo esto?" Y a no sé qué hora de la mañana, estabamos sentados en la Castellana, a ver si venía un taxi para ir para casa, que estábamos en la otra punta. Allí sentaditos.

La vuelta, cogimos el tren a las 8 de la mañana, comiendo ya el resto de la comida que nos quedaba. Llegamos a Bilbao a las 9 y media de la noche. Nos paraban en una estación y nos decían "Viene un tren, y hay que dejarle pasar". Y ¡hala! Que pase. Iba en el tren el famoso Rompecascos, que rompía botellas con la cabeza. En no sé que sitio dijo que había que volver a Madrid porque en Madrid no estaban conformes y había que repetir el partido.

Llegamos a Bilbao estupendamente, más bien que ni sé. Y eso fue todo."

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