sábado, 31 de enero de 2009

Una disyuntiva en la administración

Supongamos que en un momento dado, una catástrofe natural provoca un gran daño. Supongamos también que ese daño no se soluciona con un pequeño parche, sino que es necesaria una gran obra de infraestructura para dar solución. Supongamos también, para simplificar el problema, que tenemos claro cuál es la administración pública competente para atajar el problema, de manera que no hay conflictos de competencias que podrían llegar a hacerlo irresoluble.

Por darle un toque de dramatismo, vamos a suponer que el daño original ha sido tal que provoca nuevos problemas cada seis meses, más o menos. Entonces, es deseable que las cosas se hagan rápido, de manera que la cosa esté solucionada, en lo posible, en los próximos 6 meses, de forma que no lleguen los daños de la siguiente vez. Parece sencillo? Veamos...

Desde luego, si no se hace a tiempo, enseguida llegarán las protestas de los vecinos afectados, y, por supuesto, de los partidos políticos que conforman la oposición de la administración pública en cuestión, por aquello de salir en los medios con un "Veis qué mal lo hacen los que gobiernan? Pues votadnos para que no gobiernen más, que nosotros lo haremos mejor". Vamos, eso que unos llaman hacer oposición, otros sacar rédito electoral, y algunos, 'tocar los cojones'.

Pero, claro, la adjudicación de obra pública no puede hacerse de cualquier manera... Han de cumplirse los principios de publicidad, transparencia, libre concurrencia e igualdad entre oforentes. Además, toda gran obra civil, necesita un proyecto de obra, que se contrata aparte de la obra, y que también ha de regirse por los mismos principios.

Por tanto, empezamos. Se realiza un estudio informativo, pongamos en un mes. Por la cosa de la transparencia y la publicidad, se abre un plazo de alegaciones. Otro par de semanas. Se estudian las alegaciones (por simplificar el problema, vamos a suponer también que nuestra obra, a pesar de ser grande, por estar en entorno urbano, o por cualquier otro motivo, no requiere estudio de impacto ambiental, que el atasco en Medio Ambiente podría llegar a ser de varios años).

Bien, pues estudiadas las alegaciones, se decide cuales se tienen en cuenta y cuales no, y pasamos a la parte del proyecto. Se saca a licitación la redacción del proyecto, a la cual se pueden presentar varias empresas especializadas en redacción de proyectos. Pero claro, para que se den los principios de publicidad, libre concurrencia e igualdad, hace falta dar un tiempo para que las empresas preparen sus ofertas. Pongamos dos meses... se adjudica el proyecto, y se redacta. Suponiendo que se haga muy rápido, vamos a suponer dos meses, aunque suele ser bastante más.

Ya tenemos el proyecto en la mano... y ahora hay que ejecutarlo. Para ello, de nuevo es necesario cumplir los principios de publicidad, libre concurrencia e igualdad, así que otros dos meses para que las constructoras preparen sus ofertas. Así que se concede la licitación... pero ya llevamos unos seis meses de trámites de urgencia, y aun no ha empezado el movimiento de tierras... hemos llegado almargen en que el perjuicio sucede de nuevo, y claro, a pedir explicaciones, los vecinos, la oposición... lo que mencionaba más arriba.

De lo malo malo, si esta última desgracia no se ha cargado nada sustancial, ya podemos empezar las obras, que, si terminan en cinco meses, conseguirán evitar la segunda desgracia.

Entonces, no hay manera de hacer que esto vaya más rápido, para evitar que esos problemas se repitan a los seis meses? Pues teóricamente, sí. Teóricamente, hay procdimientos de urgencia que permiten asignar el proyecto sin sacarlo a concurso, y adjudicar la obra de urgencia sin sacarla a concurso. En la práctica, usarlos, puede suponer las protestas de los partidos políticos que conforman la oposición de la administración pública en cuestión, por aquello de... bueno, lo de antes. Pero con un agravante: a pesar de que esté muy clara la necesidad de hacer la obra urgente, algún 'opositor' puede llegar a denunciarlo, y algún juez puede llegar a decir que el titular de la administración en cuestión ha prevaricado al asignar la obra a dedo, lo cual sería más grave. Cualquiera se arriesga...

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1 comentario:

luna llena dijo...

ufffffff yo es k el funcionamiento de las administraciones....mejor me muerdo la lengua!!! y todo lo k tenga k ver kn obras mas!! k llevan para arreglar las aceras de mi calle mas de 3 años...se dice pronto. besos a pares